En la duela LeBron James brincaba y sonreía a la espera de recibir su primer trofeo de Campeón de la NBA en 2012. Kevin Durant caminaba al vestidor y encontró los brazos de su madre y su familia para estallar en llanto. James festejó, Durant lloró.
Con el paso del tiempo Durant fue MVP de la NBA, sufrió una lesión que lo dejó fuera por el resto de la temporada y eliminaciones de playoffs. Sus logros se reducían a levantar medallas de Oro en los Juegos Olímpicos. Vino el cambio a Golden State y necesitaba de un sólo trofeo. Lo consiguió.
Es Campeón de la NBA y lo hizo como el Jugador Más Valioso.
Durant terminó con más de 30 puntos en cinco juegos en fila en Finales de NBA, algo que no se presentaba desde 2000 con Shaquille O´Neal. Fue el tercer jugador en la historia que logra el premio de MVP en su primera temporada con el equipo (Moses Malone 1983 y Magic Johnson 1980).
El tiempo le dio la recompensa a Durant. Fue el mejor jugador. Es el Más Valioso de las Finales.
El trabajo en equipo…
Golden State supo cómo poner toda la calidad individual de cada uno de los jugadores al servicio y funcionamiento del equipo. Los resultados fueron los triunfos y la consecuencia el Campeonato. Golden State no sólo es un grupo de jugadores con gran talento individual sino que es un equipo que antes de funcionar en la duela como tal, logra dejar a un lado el egoísmo y todos trabajan para el equipo. Sólo de esa forma se puede vencer a un gran conjunto como Cleveland.
Golden State dejó en claro que puede hacer un basketball en el interior, en el exterior, pasando el balón, en transición, a velocidad y más. Pero también puede jugar defensiva con gran comunicación, y todo, empieza desde los buenos movimientos en la oficina, en el pizarrón del entrenador que lo logra comunicar a su staff para implementarlo en los jugadores que al final lo ejecutan. Es trabajo en equipo.
LeBron James
Dio una de las mejores actuaciones en las Finales, terminó con promedio de triple-doble para convertirse en el primer jugador en la historia en conseguirlo. Cierto es que termina con su quinta derrota en Finales, pero James dejó todo lo que tenía en cada partido. No hay nada que reclamarle, y lo mejor, al final reconoce que enfrente hay un mejor equipo.
LeBron se fue de la duela no sin antes darle un abrazo de reconocimiento a quien fue mejor: Kevin Durant. Tiempo al tiempo. Es momento de que ahora Durant y los Warriors festejen. Son los Campeones de la NBA, mientras que LeBron James camina al vestidor pensando como regresar por el título de la NBA.