Llevo semanas diciendo...
“Los problemas de #DallasCowboys vienen desde la raíz.
Sistema ofensivo muy básico, poca creatividad en llamar las jugadas y pobre ejecución en el campo dan como consecuencias una ofensiva inoperante.
En el pasado esta ofensiva tenía éxito porque tenía otros dos jugadores como Dez Bryant y Jason Witten, además del centro Fredericks, pero sobretodo porque, a pesar del sistema básico que ha mantenido por años, lograban ejecutarlo casi a la perfección y ante la buena ejecución en el campo no hay defensa que pueda frenar.
Lo que vemos de #Cowboys esta temporada es la realidad oculta en años atrás. Un staff de coaches que no tiene la creatividad para superar las adversidades de no contar con jugadores estelares (Bryant y Witten), pero es bajo esta situación cuando debe salir lo bueno de los entrenadores. Saca agua de las piedras, pero el staff de Dallas es más piedra y se deshidrata cada semana.
Los Cowboys no tiene un gran roster a la ofensiva pero si podrían hacer algo más para sacar provecho de una buena línea ofensiva con un buen corredor y un QB que tiene movilidad. El problema es que ante la raíz podrida del staff de coaches, el tronco, las ramas y el fruto se pudren cuando llegan al campo.
La suma de un sistema básico, falta de creatividad y mala ejecución en el campo dan como resultado una ofensiva inoperante y predecible.
Todos son culpables en Dallas. Desde el apellido Jones, Garrett, Elliot, Prescott y demás...
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